Piensa por un momento cuál es la comida que te hace sentir absolutamente en paz no solo al consumirla, sino que también posteriormente. Quizás, en tu caso, podría ser un helado de vainilla bañado en chocolate, un puré de papas con huevo frito o un trozo de pizza bien caliente.
Si bien tu comida reconfortante preferida probablemente sea diferente de la de tu pareja, hijos o amigos, casi todos tienen al menos un ingrediente favorito en su menú de comida reconfortante.
Pero, ¿por qué anhelamos alimentos reconfortantes? ¿Por qué nos reconforta esa galleta con chispas de chocolate caliente o un trozo de pollo frito crujiente? Según algunos especialistas, esto sucede porque los alimentos reconfortantes brindan comodidad psicológica, es decir que, al consumirlos, nos traen buenos recuerdos u ocasiones (por ejemplo, cumpleaños y días festivos) relacionados con amigos o familiares.
Entonces, ¿qué es la comida reconfortante?
La comida reconfortante son aquellos alimentos que brindan “consuelo o una sensación de bienestar”, especialmente el confort emocional que aumenta con nuestros sentidos del gusto, el tacto y el olfato. Tienden a asociarse con nuestra infancia o con la cocina casera, y con frecuencia se preparan en un “estilo simple o tradicional”.
Además, tienen un atractivo particular cuando nos sentimos solos o rechazados, e incluso podrían ayudar a combatir esos sentimientos.
En cuanto a las razones que se dan para devorar alimentos reconfortantes, estas no son necesariamente las mismas entre mujeres y hombres. La culpa, la depresión y la soledad son los principales impulsores para las mujeres, mientras que los hombres suelen usar la comida reconfortante como una “recompensa por el éxito”.
¿Vemos algún efecto positivo al consumir comida reconfortante?
La respuesta pareciera ser afirmativa. Generalmente, comemos alimentos reconfortantes para cambiar nuestro estado emocional de negativo a positivo. Por ejemplo, un plato como la sopa de pollo satisface nuestra necesidad de “pertenecer”.
Aún así, las propiedades para levantar el ánimo de los alimentos reconfortantes podrían no ser significativas. Un estudio encontró que en las pruebas de dos grupos de personas, los alimentos reconfortantes condujeron a una mejora “significativa” del estado de ánimo, pero esta mejora no fue tan diferente en comparación con otros alimentos.
En este sentido, las personas pueden estar dando crédito a la comida reconfortante por los efectos en el estado de ánimo que habrían ocurrido incluso en ausencia de la comida reconfortante.
Aún más preocupantes que los efectos cuestionables de los alimentos reconfortantes en nuestro estado de ánimo son los efectos dietéticos. En este mismo estudio se señala que muchos de estos alimentos están cargados de grasa y azúcar y, por lo tanto, pueden ser poco saludables, especialmente si nos excedemos.
Sin embargo, vale la pena señalar que algunas personas identifican las frutas y verduras como alimentos reconfortantes, lo que significa que la dieta de todos no está necesariamente en peligro.
¿Lo reconfortante necesariamente tiene que ser comida?
Por último, podemos indicar que la comodidad puede ser provocada por algo que no sea la comida. En otro artículo se indica que volver a leer un libro favorito o mirar un programa de televisión favorito podría desencadenar la misma sensación de tranquilidad que podría generar una comida reconfortante.
