Hay pocos temas en el mundo gastronómico que evoquen opiniones más controversiales que el picante y las especias. ¿Prefieres la salsa suave, la mediana o la versión picante con tres llamas? Afortunadamente para las personas que aman las especias (y no solo el picante, especia de la capsaicina que se encuentra en los chiles), la ciencia está a su favor. Las especias como la canela, la cúrcuma, el ajo, el jengibre y el comino, así como el ají, tienen muchos beneficios para la salud.
Por eso, te damos cinco razones convincentes para reconsiderar agregar un poco de sabor a tu día:
La comida picante tiene beneficios para la longevidad
Comer comida picante seis o siete días a la semana, incluso solo una vez al día, redujo las tasas de mortalidad en un 145, según un estudio realizado por Harvard y el Centro Nacional de China para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La comida picante acelera tu metabolismo
Los datos de numerosos estudios indican que ciertas especias, como el comino, la canela, la cúrcuma, los pimientos y los ajíes, pueden aumentar la tasa de reposo metabólico y disminuir el apetito.
Las especias combaten la inflamación
La curcumina, un compuesto de la cúrcuma, puede reducir la inflamación en el cuerpo. En la medicina ayurvédica, las propiedades antiinflamatorias del jengibre y el ajo se han utilizado durante siglos para tratar una variedad de afecciones, como artritis, trastornos autoinmunes e incluso dolores de cabeza y náuseas.
Las especias pueden incluso ayudar a combatir las células cancerosas
Se ha demostrado que la capsaicina, un componente activo de los ajíes, retarda y destruye las células cancerosas.
Las especias ayudan a matar las bacterias
Se ha demostrado que el comino y la cúrcuma tienen poderosas propiedades antioxidantes y antimicrobianas, es decir, pueden usarse contra bacterias dañinas en el cuerpo.
Por eso, te recomendamos darle más sabor a tu vida y agregarle una pizca de aji a tu tostada con palta y huevo, sumarle a tu té helado jengibre y cúrcuma o echarle una pizca de comino al arroz blanco. No te vas a arrepentir.
