El verano es una época del año que muchas personas esperan durante meses y por una buena razón. Es la temporada perfecta para reunirse con amigos y disfrutar de una cena al aire libre, y el vino casi invariablemente se convierte en parte de la ecuación. Sin embargo, para aquellos que están acostumbrados a beber tintos fuertes y audaces con regularidad, elegir vinos que combinen bien con el calor del verano puede ser más fácil de decir que de hacer.
¿Qué define un vino de verano? Ahora que el rosado finalmente se libera de sus límites estrictamente de primavera/verano y más personas reconocen que los tintos se pueden enfriar con éxito, es hora de repensar qué hace que una botella sea adecuada para el clima soleado:
Refrescante: un vino de verano da en el clavo cuando las temperaturas alcanzan los 30 grados, tal vez incluso provoque un chasquido de labios.
Fácil de beber: hay un momento y un lugar para los matices complejos, y también para esa botella fácil de beber que todos pueden respaldar; el verano es tiempo para esto último.
Se ve bien en la copa: no bebemos un vino solo por su apariencia, pero hay algo en capturar el espíritu del verano en una copa y capturarlo en una imagen que dice “verano” y crea recuerdos con tintes dorados.
Vino y maridaje
Como sabemos, en una tarde de terraza con una copa de vino se vuelven infaltables los picoteos que abracen esa copa. Por eso, te contaremos un poco de los vinos más consumidos en verano y algunas sugerencias de maridajes que puedes hacer con tu Instant™ Vortex:
Rosado
El rosado es algo así como un estilo general, ya que el tipo de vino que termina siendo etiquetado como rosado puede variar significativamente según las circunstancias. Aunque hay varias formas diferentes de producir rosé, el resultado final tiende a ser similar pase lo que pase: acidez nítida, un color rosado ruborizado y un cuerpo excepcionalmente ligero. Es un vino perfecto para maridar con mariscos, aunque sorprendentemente es versátil e incluso se puede servir junto con ciertas carnes rojas.
Así, lo puedes acompañar de camarones para picotear, un pollo teriyaki o un pan relleno.
Pinot noir
¿Buscas un rojo que no te haga dormir bajo el calor del sol de verano? El pinot noir es la uva para ti. Cultivado en todo el mundo y especialmente enfocado en el llamado Nuevo Mundo, el pinot noir presenta la jugosa complejidad de vinos más grandes como el cabernet sauvignon, pero con una fracción de su cuerpo. Su sensación en boca ligera y agradable lo hace ideal como un comienzo tranquilo para cualquier comida, y este vino en particular atraerá mucho a los amantes de los tintos que intentan mantener las cosas en el lado más aireado.
Este vino es ideal para carne de cerdo o bruschettas.
Sauvignon Blanc
Conocido como quizás el mejor vino posible para maridar con pollo y la mayoría de los tipos de mariscos, el sauvignon blanc es a menudo exactamente lo que la mayoría de la gente busca cuando intenta elegir el blanco de verano perfecto. Ácido, pero lo suficientemente suave como para llevar consigo notas cremosas de limón, hierbas y mango tropical, una buena botella de sauvignon blanc puede convertirse en la estrella del espectáculo en una cálida noche de verano.
Queda muy bien con unos rices cake de salmón spicy o verduras asadas.
Chardonnay
Hay pocas uvas que incorporen la cremosidad de la mantequilla como el chardonnay. Aunque no suena como lo que la mayoría de la gente piensa que le gustaría beber, la cremosidad del chardonnay combina perfectamente con cualquier comida mantecosa.
Este vino blanco puede ser difícil de combinar con alimentos de verano, por lo que debe tener cuidado, los alimentos picantes pueden abrumar fácilmente la naturaleza sutil del vino. Los sabores redondos y armoniosos del chardonnay pueden verse afectados en gran medida (y desastrosamente) por sabores fuertes.
Combina el vino mantecoso con otros sabores ricos y suaves como pollo asado o queso relleno.
Por último, la invitación es que agarres tu copa de vino de verano favorito, prepares algún aperitivo delicioso y salgas a tu terraza a disfrutar de los privilegios de las tardes calurosas.
